tratamiento para el mesotelioma maligno

En cada sección de tratamiento se incluye una lista en inglés de los ensayos clínicos que se llevan a cabo actualmente. Puede ocurrir que para algunos tipos o estadios del cáncer no haya una lista de ensayos clínicos. Consultar con el médico sobre ensayos clínicos que no aparecen en el sumario, pero que pueden ser apropiados para el paciente.
Mesotelioma maligno localizado (estadio I)
Si el mesotelioma maligno está ubicado en una parte del revestimiento torácico, probablemente se lo tratará con cirugía para extraer la parte del revestimiento torácico con cáncer y parte del tejido que lo rodea.
Si el mesotelioma maligno localizado se encuentra en más de un lugar en el tórax, el tratamiento puede consistir en uno de los siguientes tratamientos:
  • Pleurectomía y decorticación, con radioterapia o sin ella, como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
  • Neumonectomía extrapleural.
  • Radioterapia, como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
  • Participación en un ensayo clínico de medicamentos anticancerosos colocados directamente en el tórax, después de la cirugía para extraer el tumor.
  • Participación en un ensayo clínico de combinaciones de cirugía, radioterapia y quimioterapia.
  • Participación en un ensayo clínico de un tratamiento nuevo.
Consultar la lista del NCI de ensayos clínicos sobre el cáncer para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés localized malignant mesothelioma. Para encontrar resultados más específicos, se puede refinar la búsqueda usando otras características, como la ubicación donde se realiza el ensayo, el tipo de tratamiento o el nombre del medicamento que se utiliza. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.
Asimismo, se dispone de información general sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.
Mesotelioma maligno avanzado (estadio II, estadio III y estadio IV)
El tratamiento del mesotelioma maligno avanzado puede incluir los siguientes procedimientos:
  • Cirugía, para drenar el líquido acumulado en el tórax, a fin de reducir el malestar. Pleurodesis, para evitar que se acumule más líquido en el tórax.
  • Pleurectomía y decorticación, como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
  • Radioterapia, como terapia paliativa para aliviar el dolor.
  • Quimioterapia con un medicamento anticanceroso.
  • Participación en un ensayo clínico de quimioterapia de combinación.
  • Participación en un ensayo clínico de combinaciones de cirugía, radioterapia y quimioterapia.
  • Participación en un ensayo clínico de quimioterapia con medicamentos colocados directamente en la cavidad torácica o la cavidad abdominal para disminuir el tamaño de los tumores y evitar la acumulación de líquido.
Consultar la lista del NCI de ensayos clínicos sobre el cáncer para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés advanced malignant mesothelioma. Para encontrar resultados más específicos, se puede refinar la búsqueda usando otras características, como la ubicación donde se realiza el ensayo, el tipo de tratamiento o el nombre del medicamento que se utiliza. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.
Asimismo, se dispone de información general sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.
Mesotelioma maligno recidivante
El tratamiento del mesotelioma maligno recidivante puede incluir los siguientes procedimientos:
  • Participación en un ensayo clínico de terapia biológica.
  • Participación en un ensayo clínico de quimioterapia.
  • Participación en un ensayo clínico de cirugía.
Consultar la lista del NCI de ensayos clínicos sobre el cáncer para acceder a los ensayos clínicos que se realizan en los Estados Unidos y que están aceptando pacientes. Para realizar la búsqueda, usar el término en inglés recurrent malignant mesothelioma. Para encontrar resultados más específicos, se puede refinar la búsqueda usando otras características, como la ubicación donde se realiza el ensayo, el tipo de tratamiento o el nombre del medicamento que se utiliza. Nota: los resultados obtenidos solo estarán disponibles en inglés.
Asimismo, se dispone de información general sobre ensayos clínicos en el portal de Internet del NCI.

Como detectar el mesotelioma maligno

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el mesotelioma maligno, se usan pruebas que examinan el interior del tórax y del abdomen.

En algunos casos es difícil diferenciar el mesotelioma maligno del cáncer de pulmón. Se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos:
  • Examen físico y antecedentes: examen del cuerpo para comprobar los signos generales de salud, inclusive el control de signos de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal. Se toma también los antecedentes de los hábitos de salud, la exposición a amiantos, las enfermedades y los tratamientos anteriores del paciente.
  • Radiografía del tórax: radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rayo X es un tipo de haz de energía que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen del interior del cuerpo.
  • Recuento sanguíneo completo (RSC): procedimiento por el cual se extrae una muestra de sangre y se analiza lo siguiente:
    • La cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
    • La cantidad de hemoglobina (la proteína que transporta el oxígeno) en los glóbulos rojos.
    • La parte de la muestra de sangre compuesta por glóbulos rojos.
  • Velocidad de sedimentación: procedimiento mediante el cual se extrae una muestra de sangre y se verifica la velocidad con que los glóbulos rojos se asientan en la base del tubo de ensayo.
  • Biopsia: extracción de células o tejidos de la pleura o el peritoneo realizada por un patólogo para observarlos bajo un microscopio y determinar si hay signos de cáncer. Los procedimientos utilizados para recolectar células o tejidos incluyen los siguientes:
    • Biopsia por aspiración con aguja fina (AAF) del pulmón: extracción de tejido o líquido mediante una aguja fina. Se usa un procedimiento de imaginología para localizar el tejido o líquido anormal en el pulmón. Se puede realizar una pequeña incisión en la piel donde se inserta la aguja de biopsia hacia el tejido o líquido anormal y se extrae una muestra.
    • Toracoscopia: procedimiento por el que se hace una incisión (corte) entre dos costillas y se inserta un toracoscopio (un instrumento delgado con forma de tubo con una luz y una lente para observar) en el pecho.
    • Peritoneoscopia: procedimiento por el que se hace una incisión (corte) en la pared abdominal y se inserta un peritoneoscopio (un instrumento delgado con forma de tubo con una luz y una lente para observar) en el abdomen.
    • Laparotomía: procedimiento por el que se hace una incisión (corte) en la pared del abdomen para verificar la presencia de signos de enfermedad en el interior del abdomen.
    • Toracotomía: procedimiento por el que se hace una incisión (corte) entre dos costillas para verificar la presencia de signos de enfermedad en el interior del tórax.
  • Broncoscopia: procedimiento utilizado para observar el interior de la tráquea y las vías respiratorias mayores del pulmón y determinar si existen áreas anormales. Se inserta un broncoscopio a través de la nariz o la boca hacia la tráquea y los pulmones. Un broncoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo con una luz y una lente para observar. También puede tener una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan bajo un microscopio para determinar si hay signos de cáncer.
  • Examen citológico: examen de las células que un patólogo realiza bajo un microscopio para verificar si hay algo anormal. En el caso del mesotelioma, se extrae líquido de alrededor de los pulmones o del abdomen. El patólogo observa las células del líquido.

mesotelioma maligno

El mesotelioma maligno es una enfermedad en la cual se forman células malignas (cancerosas) en el revestimiento del tórax o el abdomen.

El mesotelioma maligno es una enfermedad en la cual se encuentran células malignas (cancerosas) en la pleura (la capa delgada de tejido que reviste la cavidad torácica y cubre los pulmones) o el peritoneo (la capa delgada de tejido que reviste el abdomen y cubre la mayoría de los órganos del abdomen). Este sumario se refiere al mesotelioma maligno de la pleura.


La exposición a asbestos puede influir en el riesgo de padecer de un mesotelioma maligno.
Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer; no tener factores de riesgo no significa que no se va padecer de cáncer. Las personas que piensan que están en riesgo deben consultar con su médico.
Muchas personas con mesotelioma maligno han trabajado o vivido en lugares en los que inhalaron o ingirieron amiantos. Después de la exposición a amiantos, en general pasa un largo tiempo hasta que se manifiesta el mesotelioma maligno. Otros factores de riesgo para el mesotelioma maligno incluyen los siguientes:
  • Vivir con una persona que trabaja cerca de amiantos.
  • Estar expuesto a cierto virus.
Entre los posibles signos de mesotelioma maligno se incluyen la dificultad para respirar y el dolor debajo de la jaula torácica.
Algunas veces el cáncer hace que se acumule líquido alrededor del pulmón o en el abdomen. Estos síntomas pueden ser producidos por el líquido o por un mesotelioma maligno. Otros trastornos pueden causar los mismos síntomas. Se debe consultar con un médico si se presenta cualquiera de los siguientes problemas:
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor debajo de la jaula torácica.
  • Dolor en el abdomen o inflamación del mismo.
  • Bultos en el abdomen.
  • Pérdida de peso sin razón conocida.
Fuente: http://www.cancer.gov

Mesiotelioma

Definición:Es un tumor canceroso de la pleura (revestimiento del pulmón y de la cavidad torácica) o del peritoneo (revestimiento del abdomen), cuya causa es casi siempre la exposición constante a los asbestos. Causas, incidencia y factores de riesgo Volver al comienzo Un mesotelioma maligno es un tumor difuso que afecta con más frecuencia a los hombres que a las mujeres. La exposición constante a los asbestos es el mayor factor de riesgo. Puede tomar de 20 a 50 años o incluso más entre la exposición a los asbestos y el inicio de la enfermedad y la edad promedio para el diagnóstico es a los 60 años. El tumor se puede propagar rápidamente, comprometiendo el pericardio (saco alrededor del corazón), el mediastino y la otra pleura. Se puede presentar empeoramiento del dolor y dificultad respiratoria. Por lo general, el tumor está asociado con un derrame pleural y diferenciarlo de otras afecciones y tumores de la pleura puede ser difícil, incluso cuando quienes analizan las muestras de la biopsia son patólogos con experiencia. Síntomas Volver al comienzo Dificultad respiratoria Dolor en el pecho Tos Pérdida de peso Signos y exámenes Volver al comienzo Radiografía de tórax que muestre el tumor y posiblemente derrame pleural (que puede ser sanguinolento) TC de tórax Citología del líquido pleural Biopsia de pulmón a cielo abierto Tratamiento Volver al comienzo Los resultados del tratamiento para el mesotelioma maligno han sido desalentadores. Cuando esta afección se descubre en forma temprana, la práctica de una cirugía puede llevar a la curación. Así mismo, la quimioterapia y la radioterapia pueden ayudar a incrementar las posibilidades de curación después de la cirugía. Cuando la enfermedad está demasiado avanzada para practicar una cirugía, se puede utilizar quimioterapia o radioterapia para reducir los síntomas, pero generalmente la cura no es posible. Un estudio llevado a cabo en 2002 mostró que un regimen de quimioterapia de dos medicamentos, cisplatino y pemetrexed, parece ser prometedor en el mejoramiento de la tasa de supervivencia y la disminución de los síntomas.

Otros medicamentos quimioterapéuticos nuevos y combinaciones de medicamentos gradualmente están mejorando el tratamiento del mesotelioma maligno. Se recomienda entonces considerar la posibilidad de participar en un estudio clínico (prueba de nuevos tratamientos) que puede darle a la persona opciones de tratamiento adicionales. El tratamiento de soporte, como el alivio del dolor y el oxígeno, también pueden ayudar a aliviar los síntomas. Grupos de apoyo Volver al comienzo El estrés de la enfermedad puede evitarse si el paciente se une a un grupo de apoyo, en el que sus integrantes comparten problemas y experiencias comunes. Ver grupo de apoyo para el cáncer y grupo de apoyo para la enfermedad pulmonar. Expectativas (pronóstico) Volver al comienzo El tiempo medio de supervivencia es de 4 a 18 meses en diferentes estudios; sin embargo, el pronóstico depende de la etapa del tumor y de si la extirpación quirúrgica es una opción. Complicaciones Volver al comienzo Una de las complicaciones es la rápida propagación del tumor a otros órganos. Situaciones que requieren asistencia médica Volver al comienzo Se debe consultar con el médico si la persona presenta síntomas que son indicio de un mesotelioma maligno. Prevención Volver al comienzo Se debe evitar la exposición a los asbestos. Referencias Mason RJ, Murray J, VC Broaddus, Nadel J. Textbook of Respiratory Medicine. 3rd ed. Philadelphia, Pa: WB Saunders; 2005:1994-2002. Grainger RC, Allison D, Adam, Dixon AK. Diagnostic Radiology: A Textbook of Medical Imaging. 4th ed. Orlando, Fl: Churchill Livingstone; 2001:339-341; 514-515. Actualizado: 10/31/2005 Versión en inglés revisada por: William Matsui, MD, Assistant Professor or Oncology, Division of Hematologic Malignancies, The Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center at Johns Hopkins, Baltimore, MD. Review provided by VeriMed Healthcare Network.

Prevenir cáncer con soya

El potencial de reducción de cáncer de la soya, es lo que ha hecho que la atención de la comunidad científica se centre en ella desde hace ya varias décadas.
Los frijoles de soya son ricos en compuestos llamados fitoestrógenos, los cuales se encuentran en muchos alimentos vegetales, pero en la soya son particularmente altos. El principal fitoestrógeno de la soya son las isoflavonas.
Los fitoestrógenos pueden tener acción biológica en el ser humano. Esto debido a que su composición química es similar a los estrógenos, las hormonas femeninas.
Uno de los efectos de los estrógenos, es  estimular la reproducción celular al unirse a receptores en el tejido mamario, por lo tanto entre mayor exposición tenga una mujer a los estrógenos, mayor será su riesgo de cáncer de mama.
Las isoflavonas de la soya pueden proteger contra la exposición excesiva a los estrógenos. Como su composición es químicamente similar, se unen a los receptores en el tejido mamario, desplazan a los estrógenos, y de esta forma la persona no se expone a los efectos que pueden inducir el cáncer.
También pueden proteger contra el cáncer por otros mecanismos. Se ha observado que inhiben la conversión de andrógenos a estrógenos, disminuyendo los niveles, además tienen efecto antioxidante, antinflamatorio y efecto directo para estimular la destrucción de células cancerígenas.
Tomando en cuenta todas estas características, podríamos esperar protección a partir de la soya, sin embargo hasta el momento no se ha podido concluir si es positiva o no.
Por cada estudio que demuestra protección, ha habido otros probando lo contrario.  Sin embargo, en los últimos años lo que se ha encontrado es que la protección que se pueda obtener de la soya va a depender de varios factores, que se deben tomar en cuenta a la hora de consumirla en la dieta.

Como prevenir cancer de mama

Actualmente el cáncer de mama es la principal causa de cáncer en mujeres, razón por la cual son cada vez más las que buscan respuesta en la dieta como tratamiento o prevención para futuras generaciones. 
En años recientes, el papel de la soya y linaza en el desarrollo de cáncer de mama han sido de los temas que ha recibido mayor atención, ya que no se ha logrado dar una respuesta contundente sobre su rol como protectores o detonantes.
Las bajas tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de mama en los países orientales, donde el consumo de soya es bastante elevado, llevaron a la especulación de que ciertos de sus compuestos son los que pueden ejercer un efecto protector.
Sin embargo, por cada estudio que ha encontrado efectos positivos, han seguido otros que mas bien sugieren un efecto detonante del crecimiento de tumores, llevando a gran confusión, tanto a profesionales en salud como a muchos pacientes que buscan una respuesta en estos alimentos.
El efecto de la soya
           
La soya es rica en compuestos llamados fitoestrógenos, los cuales se encuentran en muchos alimentos vegetales, pero en la soya son particularmente altos. El principal fitoestrógeno de la soya son las isoflavonas.
Sus efectos biológicos se deben a que su composición química es similar a los estrógenos, las hormonas femeninas. Los estrógenos estimulan la reproducción celular al unirse a receptores en el tejido mamario, entre mayor exposición tenga una mujer a los estrógenos, mayor será su riesgo de cáncer de mama. Se ha encontrado que las isoflavonas de la soya pueden tener un efecto “anti – estrogénico”, uniéndose a los receptores del tejido mamario, y de esta forma evitando que se expongan a los “estrógenos reales” que pueden inducir el cáncer. Sin embargo, también tienen ciertos efectos que mas bien pueden ser promotores de estrógenos aumentando el riesgo de cáncer de mama. Por esta doble acción, es que todavía no se ha logrado dar respuestas contundentes.
Respuestas sobre la soya
La evidencia hasta el momento no permite dar una recomendación definitiva respecto al consumo de soya y cáncer de mama, sin embargo, con lo que se conoce hasta el momento, se puede concluir que las consideraciones más importantes respecto a la soya son las siguientes:

  • Momento de exposición a los componentes de la soya
En relación a cáncer de mama, se ha demostrado que las primeras décadas de vida (en la infancia y pubertad) son en las que se puede ejercer el mayor efecto protector a través de la dieta.
Con el consumo de soya, también se ha sugerido que el mayor efecto puede darse cuando se incluye en la dieta pre pubertad, como sucede en poblaciones asiáticas. De hecho, este factor es lo que puede estar haciendo la diferencia en la menor incidencia de cáncer en Asia.
Por lo tanto, para familias con alto riesgo de cáncer, puede ser más importante el empezar a estimular el consumo de soya en los más pequeños. Se estima que haciendo cambios en los patrones de alimentación de las familias, se pueden observar cambios en los patrones de riesgo de cáncer dos generaciones después.
  • Alimentos vs suplementos
Otro factor de suma importancia es que la protección que se ha encontrado se debe al consumo de alimentos fuentes de soya, y no de los suplementos.
La seguridad de los suplementos no ha sido evaluada, y muchos estudios han encontrado que es en dosis muy altas como se puede obtener de los suplementos, mas bien se estimula el crecimiento de tumores dependientes de estrógenos. Por lo tanto, NO SE RECOMIENDA EL CONSUMO DE SUPLEMENTOS, en especial en mujeres que son sobrevivientes del cáncer o están en alto riesgo.
Si se desea la protección de la soya, lo mejor que se puede hacer es empezar a incluir alimentos a base de ésta en la dieta. Al analizar la relación entre los alimentos y el riesgo de cáncer, la mayor protección se ha observado por el consumo de Tofu, el cual es la principal forma de consumo de soya en Japón y China. Alimentos a los que se les adiciona más sal como el miso, no han demostrado tanta protección
  • Cantidad de soya en la dieta
Al analizarse las cantidades de consumo de soya e isoflavanos, la mayor protección se observa en las mujeres asiáticas que mantienen un consumo alto y moderado. El consumo moderado se considera como 10 mg de isoflavones por día, y el consumo alto 20 mg o más. 20 mg de isoflavonas se pueden obtener fácilmente de:
  • 1 taza de leche de soya
  • 100 g de tofu
  • 35 gramos de frijoles de soya crudos
  • 10 gramos de nueces de soya
  • 10 gramos de harina de soya
Resumen de recomendaciones sobre la soya
Ante todo se debe tener presente que el cáncer es un proceso complicado en el que interviene muchos factores, como genética, ambiente, dieta.. Por lo tanto, no se puede señalar a un solo componente como protector o detonante del proceso. Con esta información que se tiene hasta el momento, lo que se puede recomendar es lo siguiente:
  • Si se desea incluir soya en la dieta se debe hacer a través de alimentos, y no suplementos. Los mejores alimentos son los menos procesados como el tofu, frijoles de soya o nueces sin sal adicionada.
  • Se deben incluir en cantidades moderadas.
  • Probablemente la mayor protección se da en los primeros años de vida, así que si en la familia hay riesgo de cáncer, es bueno estimular a las nuevas generaciones a consumir estos alimentos en edades tempranas.
  • Para mujeres sobrevivientes de cáncer o mujeres postmenopáusicas en alto riesgo, es mejor no incluir en la dieta intencionalmente productos de soya,  ya que en estos grupos todavía no esta claro si realmente es detonante del cáncer.
Linaza y cáncer de mama
La linaza por su parte contiene lignanos, que al consumirse se metabolizan en el tracto digestivo a compuestos que también son químicamente similares a los estrógenos. De hecho, el aumento en los compuestos similares a estrógenos después de consumir linaza es mucho mayor que después del consumo de soya.
Por su contenido de lignanos, un grupo de investigadores de la Universidad de Toronto, se ha dedicado por mucho tiempo en estudiar su efecto anticancerígeno. Contrario al caso de la soya, sí han logrado dar con conclusiones contundentes respecto al papel de la linaza y cáncer de mama. Su conclusión ha sido que sí existe un claro efecto protector por parte de la linaza.
Las recomendaciones más importantes con respecto a la linaza son las siguientes:
  • Para protección se recomienda el consumo de 25 gramos (2 cucharadas) de linaza molida diaria. Es mejor consumir la semilla molida ya que es como mejor se absorbe y aprovecha por el cuerpo. Además es en la semilla no en la fracción del aceite donde se encuentran los lignanos protectores.
  • Para mujeres sobrevivientes o en tratamiento contra el cáncer, la linaza también ha demostrado ser bastante beneficiosa. La suplementación de la dieta con 25 gramos de linaza ha demostrado reducir el crecimiento de tumores, en mujeres que ya ha sido diagnosticadas con cáncer de mama.
  • En mujeres en tratamiento con tamoxifeno, la linaza ha demostrado potenciar el efecto de inhibitorio de éste en el crecimiento de tumores, por lo que puede ser bueno coterapia.

Tratamiento para cáncer de testículo

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de testículo? ¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento? Aunque la incidencia de cáncer de testículo se ha elevado en años recientes, más del 95 por ciento de los casos pueden curarse. El tratamiento tiene más posibilidades de éxito cuando el cáncer de testículo se detecta al principio. Además, el tratamiento puede ser menos agresivo y puede causar menos efectos secundarios.
La mayoría de los hombres con cáncer de testículo pueden curarse con cirugía, radioterapia o quimioterapia. Los efectos secundarios dependen del tipo de tratamiento y pueden ser diferentes para cada persona.
Los seminomas y los tumores no seminomatosos crecen y se diseminan en forma diferente y se tratan de manera diferente. Los tumores no seminomatosos tienden a crecer y diseminarse más rápidamente, mientras que los seminomas son más sensibles a la radiación. Si un tumor contiene células seminomas y no seminomatosas, se trata como tumor no seminomatoso. El tratamiento también depende de la etapa o estadio del cáncer, de la edad del paciente y de su salud en general, y de otros factores. Los hombres reciben el tratamiento con frecuencia de un equipo de especialistas, que pueden ser el cirujano, el oncólogo médico y el oncólogo radiólogo.
Los tres tipos de tratamiento estándar son:

  • La cirugía para extraer el testículo por medio de una incisión en la ingle se llama orquiectomía inguinal radical. Es posible que los hombres estén preocupados de que al perder un testículo se afectará su capacidad de tener relaciones sexuales o que serán estériles (que no podrán tener hijos). Sin embargo, los hombres que tienen un testículo sano todavía pueden tener erecciones normales y producir espermatozoides. Por lo tanto, la operación para extraer un testículo no hace al hombre impotente (incapaz de tener erecciones) y rara vez interfiere con su fertilidad (la capacidad de tener hijos). Los hombres también pueden tener un testículo artificial, llamado prótesis, que se coloca en el escroto cuando se realiza la orquiectomía o después.
    Es posible que se extraigan también algunos de los ganglios linfáticos que están situados en la parte profunda del abdomen (disección de ganglios linfáticos). Este tipo de cirugía generalmente no cambia la capacidad del hombre de tener erecciones u orgasmos, pero puede causar problemas de esterilidad si interfiere con la eyaculación. Los pacientes querrán hablar con el médico acerca de la posibilidad de extraer los ganglios linfáticos usando una técnica especial de cirugía que conserva los nervios, la cual puede preservar la capacidad de eyacular normalmente.
  • La radioterapia usa rayos de alta energía para destruir células cancerosas y para reducir el tamaño de los tumores. La radioterapia es una terapia local; afecta solamente las células cancerosas que se encuentran en las áreas bajo tratamiento. La radiación externa (proveniente de una máquina fuera del cuerpo) se apunta hacia los ganglios linfáticos del abdomen y se utiliza para los seminomas. En general se administra después de la cirugía. Ya que los tumores no seminomatosos son menos sensibles a la radiación, los hombres que tienen este tipo de cáncer, por lo general, no se someten a radioterapia. La radioterapia afecta tanto las células normales como las cancerosas. Los efectos secundarios de la radioterapia dependen principalmente de la dosis del tratamiento. Los efectos secundarios comunes son la fatiga, cambios en la piel donde se realiza el tratamiento, pérdida de apetito, náuseas y diarrea. La radioterapia interfiere con la producción de espermatozoides, pero la mayoría de los pacientes recuperan su fertilidad en un periodo de 1 a 2 años.
  • La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Cuando se administra quimioterapia a pacientes de cáncer de testículo, ordinariamente se da como terapia adyuvante (después de cirugía) para destruir células cancerosas que pueden haber quedado en el cuerpo. La quimioterapia puede también ser el tratamiento inicial si el cáncer está en un estadio avanzado; es decir, si se ha diseminado fuera del testículo al tiempo del diagnóstico. La mayoría de los fármacos contra el cáncer se administran por inyección en la vena (inyección intravenosa, IV).
    La quimioterapia es una terapia sistémica, lo cual quiere decir que los fármacos viajan por el torrente sanguíneo y afectan tanto las células normales como las cancerosas en todo el cuerpo. Los efectos secundarios dependen en gran parte de los fármacos específicos y de la dosis. Los efectos secundarios comunes son las náuseas, la pérdida de pelo, fatiga, diarrea, vómitos, fiebre, escalofríos, tos y falta de aliento, llagas en la boca o erupciones en la piel. Otros efectos secundarios son el mareo, entumecimiento, falta de reflejos o dificultad para oír. Algunos fármacos contra el cáncer interfieren con la producción de espermatozoides. Aunque la reducción de los recuentos de espermatozoides es permanente en algunos pacientes, muchos otros recuperan su fertilidad.
    Algunos hombres con cáncer de testículo recurrente o en un estadio avanzado pueden someterse a tratamiento con altas dosis de quimioterapia. Estas altas dosis de quimioterapia destruyen las células cancerosas, pero también pueden destruir la médula ósea, la cual crea y almacena las células sanguíneas. Dicho tratamiento solamente se puede realizar si el paciente también se somete a un trasplante de médula ósea. En un trasplante, las células madre de la médula ósea se extraen del paciente antes de que se administre la quimioterapia. Estas células se congelan temporalmente y después se descongelan y se regresan al cuerpo del paciente por medio de una aguja (como si fuera una transfusión de sangre) después de que se haya administrado la quimioterapia a altas dosis.
Los hombres con cáncer testicular deberán hablar con el médico acerca de sus preocupaciones sobre la función sexual y la fertilidad. Es importante saber que los hombres con cáncer de testículo con frecuencia tienen problemas de fertilidad aun antes de que se trate el cáncer. Si un hombre tiene problemas preexistentes de fertilidad o si va a tener un tratamiento que puede llevar a la infertilidad, tal vez querrá preguntar al médico sobre los bancos de semen (congelar el semen antes del tratamiento para usarlo en el futuro). Este procedimiento puede permitir que algunos hombres tengan hijos aun cuando el tratamiento cause pérdida de fertilidad. 
 ¿Es necesario un tratamiento de seguimiento? ¿Qué es lo que implica? Los exámenes regulares de seguimiento son muy importantes para los hombres que han recibido tratamiento de cáncer testicular. Como todos los cánceres, el cáncer testicular puede recurrir. Los hombres que han tenido cáncer de testículo deberán ver a su médico con regularidad y reportar de inmediato cualquier síntoma inusual. El seguimiento puede variar según los tipos y estadios (etapas) diferentes de cáncer de testículo. En general, los pacientes son examinados con frecuencia por el médico y se les realizan regularmente análisis de sangre para medir los niveles de los marcadores tumorales. También se les toman radiografías regulares y tomografías computarizadas, llamadas escanogramas o TAC (imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X). Los hombres que han tenido cáncer de testículo tienen una probabilidad mayor de desarrollar cáncer en el testículo que queda. Los pacientes que se someten a quimioterapia tienen también un riesgo mayor de ciertos tipos de leucemia, así como de otros tipos de cáncer. Un cuidado regular de seguimiento asegura que se discuta cualquier cambio en la salud y que los problemas se tratan tan pronto como sea posible.
¿Hay estudios clínicos (estudios de investigación) disponibles para hombres con cáncer testicular? Sí. La participación en los estudios clínicos es una opción de tratamiento importante para muchos hombres con cáncer de testículo. Para crear tratamientos nuevos, e identificar mejores formas de utilizar los tratamientos actuales, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) está patrocinando estudios clínicos en muchos hospitales y centros oncológicos del país. Los estudios clínicos constituyen un paso crítico en el desarrollo de nuevos métodos de tratamiento. Antes de que se pueda recomendar un nuevo tratamiento para uso general, los médicos realizan estudios clínicos para saber si el tratamiento es seguro para los pacientes y si es efectivo contra la enfermedad.
Los pacientes interesados en participar en un estudio clínico deben hablar con su médico. Más información sobre los estudios clínicos está disponible al llamar al Servicio de Información sobre el Cáncer (CIS) del NCI (ver más abajo) al 1–800–4–CANCER y en el folleto del NCI llamado La participación en los estudios clínicos: lo que los pacientes de cáncer deben saber el cual se puede obtener en http://www.cancer.gov/publications, la página web del NCI para hacer pedidos de publicaciones. Este folleto explica cómo se realizan los estudios de investigación y los posibles beneficios y riesgos. Más información sobre los estudios clínicos está disponible en Internet en http://www.cancer.gov/clinicaltrials, sitio web del NCI. Este sitio ofrece información detallada sobre estudios específicos en curso porque está conectado con PDQ®, el banco de datos global de información sobre el cáncer. El CIS también tiene información de PDQ.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de testículo?

Para ayudar a encontrar la causa de los síntomas, el médico evalúa la salud general del hombre. El médico realiza también un examen físico y puede ordenar pruebas de laboratorio y de diagnóstico. Estas pruebas incluyen:

  • Análisis de sangre que miden los niveles de los marcadores de tumores. Los marcadores de tumores son sustancias que se encuentran en cantidades mayores de lo normal cuando hay cáncer presente. Los marcadores tumorales como alfa-fetoproteína (AFP), gonadotropina coriónica humana subunidad β (βHCG) y lactato deshidrogenasa (LDH) pueden sugerir la presencia de un tumor de testículo, aun cuando sea demasiado pequeño para ser detectado durante un examen físico o en pruebas con imágenes.
  • La ecografía es una prueba en la que ondas de sonido de alta frecuencia se hacen rebotar en tejidos y órganos internos. Sus ecos producen una imagen llamada sonograma. La ecografía del escroto puede mostrar la presencia y el tamaño de una masa en el testículo. También es útil para descartar la presencia de otros problemas, como la inflamación debida a una infección o una acumulación de fluido no relacionada con cáncer.
  • La biopsia es el examen microscópico del tejido testicular hecho por un patólogo para determinar si hay cáncer presente. En casi todos los casos en los que se sospecha que haya cáncer, se extrae todo el testículo afectado por medio de una incisión en la ingle. Este procedimiento se llama orquiectomía inguinal radical. En casos raros (por ejemplo, cuando un hombre tiene sólo un testículo), el cirujano realiza una biopsia inguinal; extrae una muestra de tejido del testículo a través de una incisión en la ingle y procede con la orquiectomía sólo si el patólogo encuentra células cancerosas. (El cirujano no corta a través del escroto para extraer el tejido, porque si el problema es la presencia de cáncer, este procedimiento podría causar que se disemine la enfermedad.)
Si se encuentra cáncer, será necesario realizar más exámenes para saber si el cáncer se ha diseminado desde el testículo a otras partes del cuerpo. La determinación del estadio (etapa o extensión) de la enfermedad ayuda al médico a planear el tratamiento adecuado.

síntomas del cáncer de testículo

¿Cuáles son los factores de riesgo de cáncer de testículo?

No se conocen las causas exactas del cáncer de testículo. Sin embargo, los estudios muestran que varios factores aumentan la probabilidad de que un hombre padezca cáncer de testículo.
  • Testículo sin descender (criptorquidia): Normalmente, los testículos descienden del vientre hasta el escroto antes del nacimiento. Los hombres con un testículo que no bajó al escroto tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de testículo. No hay cambio en el riesgo ni siquiera después de haberse realizado la cirugía para colocar el testículo en el escroto. El riesgo mayor se aplica a ambos testículos.
  • Anormalidades congénitas: Los hombres que nacen con anormalidades en los testículos, pene o riñones, así como los que tienen hernias inguinales (hernia en la ingle, donde se junta el muslo con el vientre) pueden tener un riesgo mayor.
  • Cáncer de testículo previo: Los hombres que han tenido con anterioridad cáncer de testículo tienen un riesgo mayor de padecer cáncer en el otro testículo.
  • Antecedentes familiares de cáncer de testículo: El riesgo de cáncer de testículo es mayor en los hombres que tienen su hermano o su padre con la enfermedad. 
¿Cómo se detecta el cáncer de testículo? ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de testículo?
La mayoría de los cánceres de testículo los encuentran los hombres mismos. También, los médicos, por lo general, examinan los testículos durante los exámenes físicos de rutina. Entre los chequeos regulares, si un hombre nota cualquier cosa fuera de lo común en los testículos, deberá hablar con el médico. Los hombres deberán ver al médico si notan cualquiera de los síntomas siguientes:
  • Un bulto que no duele o inflamación en cualquiera de los testículos
  • Dolor o molestia en un testículo o en el escroto
  • Cualquier engrandecimiento de un testículo o cambio en cómo se siente
  • Una sensación de pesadez en el escroto
  • Un dolor sordo en el abdomen inferior, espalda o ingle (el área donde se junta el muslo con el vientre)
  • Una acumulación repentina de fluido en el escroto
Estos síntomas pueden ser causados por cáncer o por otras afecciones. Es importante ver a un médico para determinar la causa de cualquiera de estos síntomas.

¿Qué es el cáncer de testículo?


El cáncer de testículo es una enfermedad en la que las células se hacen malignas (cancerosas) en uno o en ambos testículos.
Los testículos (también llamados testes o gónadas) son un par de glándulas sexuales masculinas. Ellos producen y almacenan los espermatozoides y son también la fuente principal de testosterona (las hormonas masculinas) en los hombres. Estas hormonas controlan el desarrollo de los órganos reproductores y de otras características físicas masculinas. Los testículos están situados bajo el pene en una bolsa, una especie de saco, llamada escroto.
Dadas las características de las células del tumor, el cáncer de testículo puede clasificarse generalmente en dos tipos: seminoma y no seminoma. Otros tipos de cáncer de testículo son poco comunes y no se abarcan en este documento. Los seminomas pueden ser uno de tres tipos: clásico, anaplásico o espermatocítico. Los tipos de tumores no seminomatosos incluyen el coriocarcinoma, carcinoma embrionario, teratoma y tumores de saco vitelino. Los tumores testiculares pueden contener células de seminoma y de no seminoma.
El cáncer de testículo sólo representa el 1 por ciento de todos los cánceres en los hombres en Estados Unidos. Se calcula que unos 8.000 hombres en Estados Unidos son diagnosticados con cáncer de testículo y cerca de 390 mueren por esta enfermedad cada año  . El cáncer de testículo afecta con más frecuencia a los hombres entre los 20 y 39 años de edad y es la forma más común de cáncer en hombres entre los 15 y 34 años de edad. Este tipo de cáncer es más común en hombres blancos, especialmente los de descendencia escandinava. La tasa de la ocurrencia de cáncer de testículo ha incrementado más del doble entre los hombres blancos en los últimos 40 años, pero apenas ahora está empezando a aumentar entre los hombres negros. No se conoce la razón por las diferencias raciales en la incidencia de este cáncer.

Mucositis efecto de la radiacion

En general, los pacientes con cáncer de cabeza y cuello son sometidos a altas dosis de radiación, involucrando cavidad oral, maxilar, mandíbula y glándulas salivales. La radioterapia produce diversos efectos colaterales en las áreas involucradas, la mayoría de ellos dependientes de la dosis de radiación y duración de la terapia, sin embargo, factores propios de los pacientes también deben ser considerados, como mala higiene oral, condición de los tejidos orales, tabaquismo y alcohol, sistema inmunitario y rigurosidad en consultas con el cirujano-dentista. Si estos efectos llegan a ser muy discapacitantes para los pacientes, pueden llevar a suspender el tratamiento, incrementando la duración de la terapia y los costos del tratamiento.

Los efectos colaterales pueden ser clasificados como temporales o agudos, y tardíos o permanentes (Tabla I). Las reacciones temporales ocurren durante el tratamiento y son generalmente reversibles. Las complicaciones tardías llegan a ser irreversibles, disminuyendo considerablemente la calidad de vida del paciente.
La mucositis es la complicación más importante durante el tratamiento y que en casos severos lleva a suspenderlo. La radiación afecta las mucosas orales en su histomorfología, disminuyendo su función de barrera contra infecciones, siendo más susceptible a ser dañada. Ésta se desarrolla, generalmente, después de la segunda semana de tratamiento y causa dolor severo, dificultad para tragar, comer y hablar, afectando en gran medida la calidad de vida del paciente. Es más común en mucosa no queratinizada de piso de boca, lengua, mucosa yugal, labios y paladar blando, y aparece en más del 90% de los pacientes irradiados en cabeza y cuello. Puede persistir por dos a tres semanas después del término de la radioterapia. La severidad ha sido asociada con la dosis y duración de la terapia, edad, condición nutricional, microbiota oral, nivel de higiene bucal, secreción salival y uso de tabaco, y puede ser más severa cuando la radioterapia es asociada con quimioterapia  (Figs. 1-4).

Figs. 1-4. Mucositis oral severa en paciente sometido a tratamiento de radioterapia
e quimioterapia por cáncer de lengua en estadio IV,
afectando lengua, piso de boca, labios y mucosa bucal bilateral.

La evolución de la mucositis ocurre en cuatro etapas: inflamatoria/vascular, epitelial, ulcerativa/ bacteriológica y de cicatrización. La escala más usada para medir mucositis oral es de la OMS, que la clasifica en: grado 0, cuando no hay signos ni síntomas; grado 1, cuando la mucosa está eritematosa y dolorosa; grado 2, caracterizado por úlceras, el paciente puede comer normalmente; grado 3, cuando el paciente tiene úlceras y sólo puede beber líquidos; y grado 4, cuando el paciente no puede comer ni beber. Las principales complicaciones relacionadas con la mucositis asociada a radioterapia son dolor bucal, infección, disgeusia, pérdida de peso y malnutrición.


Clasificación celular del cáncer de células renales

Aproximadamente 85% de los cánceres de células renales son adenocarcinomas y la mayoría de estos son de origen tubular proximal. La mayoría de los restantes son carcinomas de células de transición de la pelvis renal. Los adenocarcinomas se pueden dividir en carcinomas de células claras y carcinomas de células granulares; sin embargo, los dos tipos de células se pueden presentar juntos en algunos tumores. Algunos investigadores encontraron que los tumores de células granulares tienen un pronóstico más precario, pero este hallazgo no es universal. La distinción entre adenocarcinomas renales bien diferenciados y adenomas renales puede ser difícil. El diagnóstico se suele hacer de forma arbitraria sobre la base del tamaño de la masa, pero el tamaño solo no debe de influir en el abordaje de tratamiento porque las metástasis se pueden presentar en lesiones tan pequeñas como las de 0,5 centímetros.




Estadios  


El sistema de estadificación para el cáncer de células renales se basa en el grado de diseminación del tumor más allá del riñón. El compromiso de los vasos sanguíneos puede no ser un signo de pronóstico precario si, por lo demás, el tumor se limita a la sustancia del riñón. Los resultados anormales de la prueba de la función hepática se pueden deber a un síndrome paraneoplásico que es reversible con la extirpación del tumor; estos tipos de resultados no representan necesariamente enfermedad metastásica. Excepto cuando la exploración por tomografía computarizada (TC) es equívoca o cuando el material yodado de contraste está contraindicado, la exploración por TC es tan buena o mejor que las imágenes por resonancia magnética para detectar tumores renales.

cáncer de células renales

El cáncer de células renales, también llamado adenocarcinoma renal o hipernefroma, a menudo se puede curar si se diagnostica y se trata cuando todavía está localizado en el riñón y el tejido circundante inmediato. La probabilidad de curación está directamente relacionada con el estadio o el grado de diseminación del tumor. Aun cuando los ganglios linfáticos regionales o los vasos sanguíneos están comprometidos por el tumor, un número significativo de pacientes puede lograr una supervivencia prolongada y una probable curación. Cuando hay metástasis a distancia, la supervivencia sin enfermedad es precaria; sin embargo, en algunas ocasiones, algunos pacientes seleccionados sobrevivirán después de la resección quirúrgica de todo el tumor detectado. Debido a que se diagnostica a la mayoría de pacientes cuando el tumor está todavía relativamente localizado y es susceptible de extirpación quirúrgica, aproximadamente 40% de todos los pacientes de cáncer de células renales sobreviven por 5 años. Ocasionalmente, algunos pacientes con enfermedad local avanzada o metastásica pueden presentar una evolución poco activa durante varios años. De tanto en tanto, también se presenta una recidiva tardía del tumor muchos años después del tratamiento inicial.

El cáncer de células renales es uno de los pocos tumores de los que hay casos bien documentados de regresión espontánea del tumor sin tratamiento, pero esto se presenta muy raramente y puede no conducir a una supervivencia a largo plazo. La resección quirúrgica es el soporte principal del tratamiento de esta enfermedad. Incluso en pacientes con tumor diseminado, las terapias locorregionales pueden desempeñar una función importante en el alivio de síntomas del tumor primario o de la producción ectópica de hormonas. La terapia sistémica ha demostrado tener solo una limitada eficacia.

Efectos colaterales de tratamiento con radioterapia

En general, los pacientes con cáncer de cabeza y cuello son sometidos a altas dosis de radiación, involucrando cavidad oral, maxilar, mandíbula y glándulas salivales. La radioterapia produce diversos efectos colaterales en las áreas involucradas, la mayoría de ellos dependientes de la dosis de radiación y duración de la terapia, sin embargo, factores propios de los pacientes también deben ser considerados, como mala higiene oral, condición de los tejidos orales, tabaquismo y alcohol, sistema inmunitario y rigurosidad en consultas con el cirujano-dentista. Si estos efectos llegan a ser muy discapacitantes para los pacientes, pueden llevar a suspender el tratamiento, incrementando la duración de la terapia y los costos del tratamiento.

Los efectos colaterales pueden ser clasificados como temporales o agudos, y tardíos o permanentes (Tabla I). Las reacciones temporales ocurren durante el tratamiento y son generalmente reversibles. Las complicaciones tardías llegan a ser irreversibles, disminuyendo considerablemente la calidad de vida del paciente.

La mucositis es la complicación más importante durante el tratamiento y que en casos severos lleva a suspenderlo. La radiación afecta las mucosas orales en su histomorfología, disminuyendo su función de barrera contra infecciones, siendo más susceptible a ser dañada. Ésta se desarrolla, generalmente, después de la segunda semana de tratamiento y causa dolor severo, dificultad para tragar, comer y hablar, afectando en gran medida la calidad de vida del paciente. Es más común en mucosa no queratinizada de piso de boca, lengua, mucosa yugal, labios y paladar blando, y aparece en más del 90% de los pacientes irradiados en cabeza y cuello. Puede persistir por dos a tres semanas después del término de la radioterapia. La severidad ha sido asociada con la dosis y duración de la terapia, edad, condición nutricional, microbiota oral, nivel de higiene bucal, secreción salival y uso de tabaco, y puede ser más severa cuando la radioterapia es asociada con quimioterapia.
La evolución de la mucositis ocurre en cuatro etapas: inflamatoria/vascular, epitelial, ulcerativa/ bacteriológica y de cicatrización. La escala más usada para medir mucositis oral es de la OMS, que la clasifica en: grado 0, cuando no hay signos ni síntomas; grado 1, cuando la mucosa está eritematosa y dolorosa; grado 2, caracterizado por úlceras, el paciente puede comer normalmente; grado 3, cuando el paciente tiene úlceras y sólo puede beber líquidos; y grado 4, cuando el paciente no puede comer ni beber. Las principales complicaciones relacionadas con la mucositis asociada a radioterapia son dolor bucal, infección, disgeusia, pérdida de peso y malnutrición.

Recomendaciones para cancer de estomago

Sospechas: en el caso del estómago es muy difícil diagnosticarlo en fases poco avanzadas y con buenas posibilidades de curación. El cáncer de estómago produce pocos síntomas y éstos no suelen ser alarmantes. De todas formas, si está usted en la edad (alrededor de 55 años) debe consultar con su médico en caso de ardor de estómago rebelde al tratamiento, pérdida de apetito o peso no justificada, debilidad o dolor en la parte alta del abdomen... La anemia o la expulsión de algún resto de sangre con el vómito o por las heces es también un signo de alarma.

Detección sistemática: no está demostrado que la exploración sistemática del estómago mediante endoscopia sea eficaz en el ‘screening’ del cáncer de estómago. Es una prueba demasiado molesta y cara como para que merezca la pena hacérsela a sujetos sanos con el fin de detectar el cáncer antes de que dé síntomas. Por el momento sólo se hace en algunos países como Japón en sujetos que tienen un alto riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Nutrición: muchos pacientes que han sido tratados de cáncer de estómago tienen problemas para comer bien, no perder peso ni padecer algún déficit de vitaminas. El cáncer produce con mucha frecuencia pérdida de apetito o repugnancia por algunos alimentos como la carne. También las nauseas y los vómitos que aparecen durante la terapia o la diarrea que puede persistir al finalizar el tratamiento, afectan a la capacidad del sujeto para nutrirse bien. El hecho de quedar sin estómago tras la operación o de tenerlo muy reducido hace que los pacientes deban aprender a comer de determinada manera. Sin embargo, mantener un buen estado nutricional es importantísimo para que el tratamiento vaya bien y sea eficaz. Es necesario ingerir las calorías suficientes para no perder peso, recuperarse de la terapia recibida y facilitar la rehabilitación de los tejidos. Existen equipos de médicos y enfermeras especializadas en dietética, un campo que es básico en el tratamiento del cáncer y que forma parte integral del proceso de curación. Todo paciente con cáncer de estómago debe recibir asesoría y tratamiento específico en este sentido
Fuente: www.tumor-de.blogspot.com

Causa básica del cáncer

El cáncer consiste en un conjunto de enfermedades en las que las células dañadas genéticamente proliferan de forma autónoma.
En el caso de los tumores malignos, la inflamación causa que se formen nuevos vasos sanguíneos y la malignidad se esparce a través de estos vasos sanguíneos a otras áreas. Es decir, se producen metástasis.
En cánceres de próstata, se ha demostrado que las células inflamatorias del tumor reprimen la producción de Maspin, un gen, el cual tiene una actividad anti-metastásica bien establecida en ciertos cánceres. En estadios tempranos, en los tumores no-metastásicos, hay un alto nivel de Maspin.
Las células malignas requieren combustible para crecer. Hace cerca de 70 años un científico que ganó el premio Nóbel llamado Dr. Otto Warburg (1883-1970) descubrió que las células cancerosas difieren fundamentalmente de las células normales en la forma en que generan energía en su metabolismo básico. O sea que poseen un metabolismo energético anómalo. Eso significa que los genes no determinan si uno va a sufrir de cáncer. Todos los humanos tienen la misma fisiología y bioquímica esenciales. Cada ser humano posee aproximadamente 30,000 genes y somos 99.9 % idénticos unos a otros (Technology Review, March 2005 p. M11).
Ahora se cree que la glucólisis aeróbica, es decir la fermentación del azúcar, tal como lo observó Warburg, podría ser responsable de conferir resistencia a la apoptosis (muerte celular programada) en las células cancerosas. Al combatir a la glucólisis aeróbica, los científicos tal vez puedan restaurar las capacidades de las células anormales para responder a las señales de cuerpo para suicidarse. Se están estudiando nuevos agentes terapéuticos que hagan esto.
Recordemos que las células en nuestro organismo usan uno de los 2 tipos de combustible. O queman glucosa (azúcar) o queman grasa.
El Dr. Warburg demostró que las células malignas viven casi completamente de glucosa (efecto Warburg). No pueden convertir a la grasa en forma eficiente. Este científico probó ésto al mostrar que las células malignas crean una gran cantidad (4 veces más de lo normal) de un residuo llamado ácido láctico a una velocidad anormalmente elevada con independencia del suministro de oxígeno debido a alteraciones en la expresión genética y son estimuladas por la hipoxia crónica. Desde hace mucho tiempo, se sabe que el ácido láctico no se produce cuando la célula quema grasa; solamente cuando la célula quema azúcar (glucólisis). Este es un método primitivo y menos eficiente.
En pocas palabras, la causa más básica del cáncer es que llega muy poco oxígeno a la célula. Glucólisis significa funcionar sin oxígeno. Respiración (celular) significa funcionar con oxígeno.
Las diferencias entre los tumores benignos y malignos están en las diferencias en el grado y la duración en que está comprometida la respiración celular (o sea el déficit de oxígeno) más que el tipo de tumor.
Con un déficit de 35 % de oxígeno celular, el cáncer se desarrolla automáticamente según los estudios del Dr. Warburg.
En la actualidad, sabemos que un pH externo (extracelular) bajo estimula las metástasis y un pH interno (intracelular) elevado estimula los procesos implicados en el crecimiento y la división celular.
En los organismos anaeróbicos primitivos sólo se generan 2 moléculas de ATP de cada molécula de glucosa. En los organismos eucariotas (más desarrollados), la misma molécula de glucosa rendirá un total de 36 moléculas de ATP de la respiración mitocondrial en presencia de oxígeno. Así que la energía obtenida de la grasa buena, es todavía mayor. Una molécula de ácido graso con 6 átomos de carbono rendirá 48 moléculas de ATP de la respiración aeróbica dentro de la mitocondria.

Una célula normal de mamífero tiene un mecanismo más elaborado y eficiente de producir energía. Una célula normal humana puede derivar 19 veces más energía (ATP) de una simple molécula de azúcar que lo que una célula de levadura puede derivar.
Recientemente un científico cuyo nombre es Dr. Michael Ristow realizó nuevas investigaciones que demostraron que el Dr. Warburg tenía razón. En la Universidad de Jena se tomaron células malignas del colon y las alteró para que mejor produjeran energía de la grasa. Les agregó frataxina (una proteína humana que ocurre en forma natural y que estimula a las mitocondrias). De esta manera, se forzó a las células cancerosas a utilizar un metabolismo mitocondrial. Al final, esto suprime eficientemente el crecimiento del cáncer (Curr Opin Clin Nutr Metab Care, 2006; 9: 339-45).
En el año 2002 unos científicos del laboratorio del Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Madrid hicieron una investigación detallada en los procesos metabólicos involucrados en los cánceres de colon, hígado y riñón. Encontraron que existe una inhibición de las mitocondrias en las células normales (Cancer Res, 2002; 62: 6674-81).
La verdad es que la comunidad radiológica entera ha estado usando el “efecto Warburg” durante años, en las máquinas que escanean al cuerpo. Los escaners PET (positron emisión tomography) de los hospitales usan rutinariamente mediciones de la glicólisis en los tumores para determinar su etapa de desarrollo: entre más glicólisis, más maligno el tumor (Nat Rev Cancer, 2004; 4: 891-9).
Un equipo de biólogos moleculares de la Universidad de Texas han demostrado que si se inhibe la glicólisis en las células cancerosas. Eso efectivamente mata a las células cancerosas resultando en una muerte celular masiva (Cancer Res 2005; 65: 613-21).
La conclusión es que, mejorar el metabolismo de la grasa realmente inhibe el crecimiento de tumores malignos. Eso significa que debemos cambiar la forma en que nuestro cuerpo produce energía. Tenemos que substituir el metabolismo de nuestro cuerpo para que vaya de quemar principalmente glucosa a quemar principalmente grasa.
Así que, de plano, no importa que tan profundo respire uno o que tanto ejercicio practique, si uno no tiene los suficientes ácidos grasos esenciales a nivel celular, nuestras células no absorberán suficiente oxígeno del torrente sanguíneo y uno será mucho más susceptible de sufrir de cáncer. El ejercicio suministra oxígeno adicional a la sangre; sin embargo, esto no dirige transferencia de oxígeno a través de la membrana celular. Esta es la razón por la cual los atletas de élite todavía desarrollan cáncer.
Los ácidos grasos hacen que las membranas celulares sean más fluidas. Más fluidez significa oxígeno más fácil y otra transferencia bioquímica (Principles of Biomedical Chemistry, 1998, p 226).
Los ácidos grasos esenciales pueden ser “original” o “derivado”. Hay 2 tipos de ácidos grasos esencial “originales”; el omega 3 original (ácido alfalinolénico) y el omega 6 original (ácido linoléico). Nuestro cuerpo no los puede sintetizar, así que debemos ingerirlos diariamente a través de una alimentación adecuada.
Existen también unas substancias llamadas “derivados” de los ácidos grasos esenciales. Tal es el caso de los derivados del omega 3, el EPA y el DHA. Los derivados más conocidos del omega 6 original son el CLA y el GLA.
Ahora bien, la verdad es que el cuerpo humano usa directamente mucha mayor cantidad de ácidos grasos esenciales “originales” que los “derivados”. Según se ha reportado en revistas médicas, hasta 20 veces más se utilizan los ácidos grasos originales. Esto significa que el 95 % permanecen como ácidos grasos esenciales originales y solamente el 5 % es convertido en derivados.
De hecho, la idea de que los ácidos grasos esenciales tienen un papel en el cáncer es no es nada nueva, ya que en la actualidad, la mayoría de los expertos médicos creen que muchas enfermedades, incluyendo el cáncer, pueden deberse a un desequilibrio entre los omega 3 y los omega 6 en nuestra dieta moderna (Biomed Pharmacother, 2006; 60: 502-7).
Curiosamente, el Dr. Tullio Simoncini, oncólogo Italiano piensa que la cándida puede ser la causante del cáncer. Pues bien, recordemos que la cándida es una levadura que vive de la fermentación del azúcar. Su propuesta es atacar a este hongo usando una solución alcalinizante como es el bicarbonato de sodio.
Para prevenir el cáncer el Dr. Warburg recomendaba obtener las cantidades óptimas de los grupos activos de las enzimas respiratorias, o sea micronutrimentos. Literalmente hay cientos de estudios que confirman que ciertos micronutrimentos previenen el cáncer. Tal es el caso del selenio, el ácido fólico, la vitamina D y los carotenoides (Acta Biomed, 2006; 77: 118-23).
Algunas terapia no convencionales recurren al efecto Warburg. Entre ellas, encontramos a la medicina bio-oxidativa y la terapia con ozono.
En la medicina bio-oxidativa se utiliza agua oxigenada en forma intravenosa a dosis ínfimas y en la terapia con ozono se utiliza oxígeno con una molécula de oxígeno extra, el cual tiene diferentes vías de administración. Algunos reportes confirman que puede detener el crecimiento de células cancerosas (Integr Cancer Ther, 2005; 4: 156-67).

La melatonina contra el cáncer.

Cada vez son más los médicos convencionales que utilizan como parte de su armamentarium terapéutico a la medicina ortomolecular. Este método bioquímico terapéutico fue iniciado por el Dr. Linus Pauling en los años 60s.
De acuerdo al propio Dr. Pauling, este tipo de medicina consiste en el acto de mantener la buena salud y tratar las enfermedades llevando a niveles óptimos las concentraciones de sustancias naturalmente presentes en el cuerpo humano, las cuales son esenciales para la buena salud.
Pues bien, dentro de las biomoléculas, encontramos a las hormonas. La diferencia del uso de las hormonas comparado con la medicina convencional es que dentro de la medicina ortomolecular, se usa un tipo específico de hormonas conocidas como hormonas bio-idénticas.
Estamos acostumbrados a las modas, no sólo en el vestir, sino también en los complementos nutricionales. Es muy importante recordar que lo que para un paciente puede ser la curación, para otro, puede ser una toxina. Desde hace muchos años se descubrió la individualidad bioquímica de los seres humanos. Esto significa que cada uno de nosotros reaccionamos en forma particular.
Han estado de moda, el ginseng, el germanio, el cartílago de tiburón y últimamente, la uña de gato. Como podemos ver, el germanio pertenece al reino mineral, el ginseng y la uña de gato, pertenecen al reino vegetal y el cartílago de tiburón pertenece al reino animal. En cambio, la melatonina, que es una nueva herramienta terapéutica natural usada contra el cáncer, tiene la gran peculiaridad de ser una substancia producida por nuestro propio cuerpo. Esto significa que es el resultado de un mecanismo interno que normalmente realiza nuestro organismo.
Para los hombres santos Hindúes, la glándula pineal es el "tercer ojo" y el centro del poder oculto. Es de aquí por lo que se dice que el alma deja el cuerpo durante los estados más altos de meditación -- y a la hora de la muerte. Para Descartes, la glándula pineal era el asiento de nuestras pasiones.
Muchos pacientes en la actualidad toman este complemento hormonal llamado melatonina como parte de su plan terapéutico no-tóxico e innovador contra el cáncer. La dosis típica que se toman es de 3 a 6 mg por día en forma oral y a cierta hora de la noche. Aunque algunos toman dosis más altas, bajo la supervisión de su médico. La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal (The Cancer Chronicles, Vol. 6, No. 2). Esta glándula es relativamente grande en los niños, pero empieza a encogerse con la aparición de la pubertad. La melatonina también previene el desarrollo sexual prematuro antes de la adolescencia. En algunos mamíferos, juega un papel importante en la hibernación, el metabolismo y la crianza estacional. En los humanos, se conoce por su importante papel en regular los patrones del sueño, puesto que los niveles de melatonina se elevan en la noche. También juega un importante papel en la enfermedad afectiva estacional, puesto que la luz del día que disminuye en el invierno, hace que se produzca mayor cantidad de melatonina, produciendo depresión y aumentando así, la incidencia de suicidios durante esta estación. La hormona fue descubierta en la Universidad de Yale en 1958 y la mayoría de la gente que la toma, lo hace para ayudarse a curar el insomnio.
Ahora sabemos que la melatonina puede inhibir hasta el 99 % la producción de radicales libres en animales sanos. Probablemente esto mismo suceda cuando dormimos y liberamos normalmente esta hormona.
El riesgo de cáncer y el funcionamiento del sistema inmunológico están asociados ambos con el envejecimiento y con bajos niveles de melatonina. Seguramente que es posible que el envejecimiento esté directamente ligado a los niveles de melatonina.
Uno de los centros que estudia a la melatonina con relación al cáncer es la División de Oncología Radioterapéutica del Hospital San Gerardo, en Milán Italia. Los médicos han desarrollado un protocolo "neuroinmunoterapéutico" que incluye una dosis baja de IL-2 (interleuquina-2) {3 millones de UI por día durante 6 días por semana, durante 4 semanas) con la añadidura de melatonina administrada por vía oral.
En un estudio clínico randomizado, reportado en 1994, los pacientes con enfermedad avanzada, recibieron o una dosis baja de IL-2 sola o la IL-2 más la melatonina administrada oralmente. Sólo hubo una respuesta (parcial) dentro de los 39 pacientes en el grupo de la IL-2. Sin embargo, cuando se agregó la melatonina, hubo 11 respuestas completas o parciales dentro de un grupo de 41 pacientes. Después de un año bajo el tratamiento, hubo solamente 6 sobrevivientes de los 39 pacientes con la IL-2 pero 19 sobrevivientes de los 41 pacientes en el grupo con la melatonina más la IL-2. Este resultado fue estadísticamente significativo y fue publicado en el British Journal of Cancer (1994;69:196-199).
En otro estudio randomizado, pacientes con metástasis inoperables de cerebro recibieron ya sea sólo terapia de apoyo o terapia de apoyo más melatonina. La sobrevivencia después de un año, lo mismo que la no progresión del tumor cerebral y un tiempo medio de sobrevivencia fueron significativamente más altos en los pacientes tratados con melatonina que en aquellos que recibieron la terapia de apoyo sola (Cancer 1994;73:669-701).
Respuestas completas se vieron en los cánceres de hígado, estómago y páncreas. Respuestas parciales se vieron en los cánceres del colon, seno, pulmón, estómago, páncreas e hígado (J Biolo Regul Homeost Agents 1993;7:121-125).
En otros estudios se vió que aunque no detuvo la progresión de la enfermedad metastásica avanzada, la melatonina mejoró el estado general de los pacientes (Ann NY Acad Sci 1988;521:290-299).
El sistema inmunológico que modula a esta neurohormona tiene un profundo efecto sobre muchos casos de cáncer.
Es bien sabido que la hormona estrogénica promueve algunos casos de cáncer de seno. Según un artículo aparecido en American Journal of Epidemiology (4/87), la producción nocturna de melatonina, inhibe la producción corporal de estrógenos. Pero la exposición, o a la luz o a campos electromagnéticos puede suprimir la secreción normal de melatonina. Las exposiciones crónicas de este tipo, pueden llevarnos a un incremento en la dosis acumulativa a través de la vida de estrógenos de un individuo y por eso, a un riesgo aumentado de cáncer de seno. Dos investigadores demostraron que la melatonina inhibe directamente la proliferación de células de cáncer de mama humano en cultivos.
La melatonina también aumenta el nivel de los antioxidantes que ocurren en forma natural en las células de cáncer de seno. Puede ser capaz de reducir el número de receptores de estrógenos en las células de cáncer de seno. Puesto que los estrógenos efectivamente alimentan el crecimiento de los tumores hormono-dependientes de seno, al reducir los receptores podemos retardar el crecimiento tumoral, según Science News (7/3/93).
La mayoría de las células cancerosas tienden a perder su ritmicidad. Esto es muy importante porque ahora buscamos una hora en la cual, las células normales no sean tan sensibles y al contrario, la hora en la que las células cancerosas sí sean más sensibles al tratamiento. Muchos medicamentos usados para el tratamiento del cáncer son más o menos tóxicos de acuerdo al horario en que se apliquen. En la actualidad, se sabe que los tumores de seno crecen más activamente durante la medianoche. Este y otros muchos hechos hacen que la ciencia de la cronobiología gane mayor aceptación en la comunidad científica y que sus aplicaciones estén comenzando a cambiar la terapia médica ortodoxa.
La razón por la que los pacientes con cáncer buscan otras terapias innovadoras no tóxicas, es por que la incidencia de la enfermedad ha aumentado en forma importante. Por ejemplo, en la incidencia de 1950 a 1991 se ha incrementado en un 49.3 % en los EE. UU. (Ries, LAG et al. SEER Cancer Statistics Review 1973-1991: Tablas y gráficas, Bethesda: NCI, 1994). Eso significa que este año, aproximadamente 9 millones de personas desarrollarán cáncer en todo el mundo (Information Please Almanac (versión electrónica) Cancer in the 21st Century. Boston: Houghton Mifflin, 1994). Es importante buscar un liderazgo enfocado en la prevención, la formas no invasivas de diagnóstico temprano y la exploración de tratamientos substancialmente menos tóxicos. En la actualidad, conocemos aproximadamente 100 tratamientos anti cáncer no tóxicos.
En pocas palabras técnicas, la glándula pineal es un modulador fundamental de todo el sistema neuroendocrino (hormonas y nervios). La glándula pineal funciona como un verdadero reloj biológico secretando de una manera circadiana su principal neurohormona, la melatonina o N-acetyl-5-methoxytryptamina. La síntesis y la liberación de la melatonina está regulada principalmente por el ciclo luz-obscuridad con un pico durante la noche, la horas obscuras. Sin embargo, otras variables ambientales tales como la temperatura, la humedad y tal vez las feromonas y el magnetismo pueden influir en su ritmo. También varios estados fisiopatológicos pueden afectar los ritmos de la melatonina. Por ejemplo, en el hombre, las alteraciones en la producción de la melatonina han sido asociadas, entre otras cosas, con el envejecimiento y el cáncer. En particular, la producción baja o alterada de la melatonina ha sido descrita dentro del envejecimiento y varias modificaciones del ritmo de la melatonina han sido encontradas en pacientes cancerosos.
Es muy importante aclarar que debido a que la melatonina es una hormona, no se recomienda su uso como complemento nutricional terapéutico sin la supervisión cercana de un médico especializado en medicina ortomolecular.
Fuente. www.hector.solorzano.com.mx

El cáncer y los ácidos grasos

La incidencia del cáncer en general, como es sabido por todos, aumenta año con año. Eso significa que realmente no estamos ganando la guerra contra el cáncer. Histológicamente hablando, existen aproximadamente 200 tipos diferentes de cáncer. En nuestro país, el cáncer actualmente representa la cuarta causa de muerte, pero seguramente en un futuro próximo, se convertirá en la segunda o tal vez la primera causa de muerte. Esto es sumamente importante.
El cáncer es una enfermedad muy triste. La muerte por cáncer, generalmente implica mucho más sufrimiento que cualquier otra forma de muerte, como la producida por un ataque cardíaco. El paciente con cáncer puede llevar una vida miserable durante meses o años, antes de que su sufrimiento termine con la muerte. Una gran parte de su miseria puede ser causada por el tratamiento que se le administra, tratando de controlar la enfermedad.
Varios científicos creemos que podemos absorber energía de los rayos del sol porque nuestras membranas celulares están formadas por lipoproteínas que contienen ácidos grasos esenciales, cuyos electrones resuenan precisamente cuando son golpeados por la frecuencia adecuada. De acuerdo con esta hipótesis, esta energía es la chispa que inicia y guía el ciclo de Krebs, el proceso químico en virtud del cual obtenemos energía de los alimentos que comemos.
Es bien sabido que en las células cancerosas de cultivo no se encuentra el "primer paso enzimático" del metabolismo normal de los ácidos grasos esenciales (LM Dunbar et al. "Enzyme Deletions and EFA metabolism in cultured cells" J Biol Chem,1975, 250 pp 11521154), y la investigación actual revela que, tal como se podía esperar, ciertos ácidos grasos esenciales matan a las células cancerosas en condiciones de laboratorio (Harnessing fatty acids to fight cancer, Science New, 133 p132). Casi todos los experimentos similares dan por sentado que los ácidos grasos esenciales poseen una enorme actividad anticancerosa (J Booyens et al. "some effects of the essential fatty acids on the proliferation of human osteogenic sarcoma cells in culture, Prostaglandins, leukotrienes medicine, 1984, 15, pp 15-33).
Hasta hace algunos años eran muy pocos los científicos que habían establecido una relación entre la incidencia de los cánceres en una población y el tipo de alimentación. Sir Richard Doll estableció la relación entre el tabaco y el cáncer del pulmón. Pero en 1968 publicó un estudio donde se llegó a la conclusión de que del 30 al 70 % de todos los cánceres están relacionados con el tipo de alimentación.
Durante el último siglo, la cantidad de ácidos grasos en nuestras dietas ha disminuido en forma continua y estable, principalmente por el procesamiento de los alimentos y las altas temperaturas usadas al cocinar, las cuales destruyen o degradan a los ácidos grasos. Además ciertas situaciones como el estrés crónico y las infecciones hacen que perdamos ácidos grasos esenciales en nuestro cuerpo.
Otro problema es que la dieta occidental actual contiene una relación inadecuada entre los omega 3 y los omega 6. Hace muchos años, las relación era de aproximadamente 1:1. Sin embargo, los estudios nos demuestran que la relación de omega 3 a omega 6, es hoy en día de 30:1.
Con respecto a los efectos de los ácidos grasos esenciales en la prevención del cáncer, puedo mencionar lo siguiente: a) los ácidos grasos pueden ayudar a bloquear las señales que ordenan replicarse a las células cancerosas. b) parece que los ácidos grasos esenciales ayudan a mantener la fluidez de las membranas celulares. Esto es muy importante porque entre mayor sea el fluido de la membrana, será menos probable que esa célula se dañe cuando se empuje contra otras células en el cuerpo. c) Al reducir la capacidad de las plaquetas para agruparse, los ácidos grasos pueden ayudar a prevenir que los tumores cancerosos se separen de los agentes químicos y de las células corporales que atacan al cáncer d) hay suficiente investigación que relaciona el desarrollo del cáncer con niveles altos de agentes químicos naturales inflamatorios como las prostaglandinas (los ácidos grasos bloquean la producción del ácido araquidónico) e) algunos investigadores consideramos que una de las actividades de los ácidos grasos es la inhibir la expresión de ciertos genes conocidos como oncogenes que tienen que ver con la aparición del cáncer f) existen estudios que demuestran que los ácidos grasos alteran la producción de hormonas, como los estrógenos. Esto es muy importante en el caso de los tumores cancerosos que son sensibles a la actividad de las hormonas como el cáncer de mama, el de ovarios y el de próstata.
La mayoría de los estudios a nivel celular sobre los efectos de los ácidos grasos y el cáncer se han hecho en el cáncer de colon. La razón es que no es tan complicado tomar algunas células del intestino de un paciente y verificar los cambios en un microscopio. Por otro lado, después del cáncer de pulmón, el cáncer de colon es uno de los más frecuentes. Hay mucha evidencia clínica que demuestra que una dieta alta en fibra y baja en grasa animal protege contra el cáncer de colon (WC Willet et al "Relation of fat, fiber and meta intake to colon cancer risk in prospective study among women" NEJM 33 (1990) : 1662-1672).
En un estudio clínico doble ciego controlado con placebo, en pacientes con pólipos intestinales, los cuales se consideran lesiones precancerosas, se les administró en forma oral aceite de pescado por un período de 12 semanas. Los investigadores examinaron las células antes, durante y después del período de estudio de 12 semanas. Al final del estudio, se pudo comprobar una disminución en el tamaño y el número de los pólipos.
En un ensayo, los investigadores observaron los efectos de los ácidos grasos en los gliomas, un tipo de tumores cerebrales. Inyectaron ácido gamalinolénico directamente en los tumores cerebrales de algunos pacientes. Luego examinaron los tumores y al tejido cerebral circundante con TACs. Encontraron que todos los pacientes experimentaron una mejoría significativa, sin dañar al tejido sano circundante. Lo que significa que los ácidos grasos pueden ser usados como una terapia nutricional de apoyo en estos casos.
Otro tipo de cáncer que parece responder al tratamiento con ácidos grasos, es el cáncer de hígado. Un artículo de revisión que examinó varios reportes sobre el uso de ácidos grasos concluyó que muestran una gran esperanza cuando se usan como parte de un plan de tratamiento más amplio.
El uso de los ácidos grasos atrae más atención cada día como un tratamiento coadyuvante a la quimioterapia convencional. Se han hecho pruebas en cultivos de células de pacientes con cáncer de mama y respondieron mejor cuando se usaron los ácidos grasos juntos con los medicamentos convencionales. Por otro lado, también hay estudios clínicos en pacientes con cáncer de mama, donde se llegaron a las mismas conclusiones de que la combinación de ácidos grasos con los medicamentos convencionales fue más efectiva que cualquiera de los 2 solos.
Uno de los signos más comunes del cáncer es una complicación llamada caquexia. Es un estado en el que el paciente pierde el apetito lo que los lleva a una pérdida progresiva de grasa y proteína de los tejidos corporales. Si progresa, puede ser fatal.
Aunque todavía se requieren más investigaciones, podemos estar seguros que los ácidos grasos parecen ser un tratamiento ideal para la caquexia, principalmente porque proveen grasas esenciales y también son ricos en calorías. Además, la investigación en las causas de la caquexia sugiere que los agentes inflamatorios en el cuerpo tales como el factor de necrosis tumoral pueden estar involucrados (A Giacosa et al. "Food intake and body composition in cancer cachexia "Nutrition 12 Suppl (1996):S20-23).
En conclusión, yo creo que nadie debería esperarse a tener cáncer para empezar a tomar complementos alimenticios de ácidos grasos esenciales como terapia coadyuvante contra él. Todos sabemos que la prevención es la mejor medicina. Así que preguntémonos si no sería ideal mejor tomarlos como un auxiliar preventivo de enfermedades malignas.
Fuente: www.hector.solorzano.com.mx