Tratamiento para cáncer de testículo

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de testículo? ¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento? Aunque la incidencia de cáncer de testículo se ha elevado en años recientes, más del 95 por ciento de los casos pueden curarse. El tratamiento tiene más posibilidades de éxito cuando el cáncer de testículo se detecta al principio. Además, el tratamiento puede ser menos agresivo y puede causar menos efectos secundarios.
La mayoría de los hombres con cáncer de testículo pueden curarse con cirugía, radioterapia o quimioterapia. Los efectos secundarios dependen del tipo de tratamiento y pueden ser diferentes para cada persona.
Los seminomas y los tumores no seminomatosos crecen y se diseminan en forma diferente y se tratan de manera diferente. Los tumores no seminomatosos tienden a crecer y diseminarse más rápidamente, mientras que los seminomas son más sensibles a la radiación. Si un tumor contiene células seminomas y no seminomatosas, se trata como tumor no seminomatoso. El tratamiento también depende de la etapa o estadio del cáncer, de la edad del paciente y de su salud en general, y de otros factores. Los hombres reciben el tratamiento con frecuencia de un equipo de especialistas, que pueden ser el cirujano, el oncólogo médico y el oncólogo radiólogo.
Los tres tipos de tratamiento estándar son:

  • La cirugía para extraer el testículo por medio de una incisión en la ingle se llama orquiectomía inguinal radical. Es posible que los hombres estén preocupados de que al perder un testículo se afectará su capacidad de tener relaciones sexuales o que serán estériles (que no podrán tener hijos). Sin embargo, los hombres que tienen un testículo sano todavía pueden tener erecciones normales y producir espermatozoides. Por lo tanto, la operación para extraer un testículo no hace al hombre impotente (incapaz de tener erecciones) y rara vez interfiere con su fertilidad (la capacidad de tener hijos). Los hombres también pueden tener un testículo artificial, llamado prótesis, que se coloca en el escroto cuando se realiza la orquiectomía o después.
    Es posible que se extraigan también algunos de los ganglios linfáticos que están situados en la parte profunda del abdomen (disección de ganglios linfáticos). Este tipo de cirugía generalmente no cambia la capacidad del hombre de tener erecciones u orgasmos, pero puede causar problemas de esterilidad si interfiere con la eyaculación. Los pacientes querrán hablar con el médico acerca de la posibilidad de extraer los ganglios linfáticos usando una técnica especial de cirugía que conserva los nervios, la cual puede preservar la capacidad de eyacular normalmente.
  • La radioterapia usa rayos de alta energía para destruir células cancerosas y para reducir el tamaño de los tumores. La radioterapia es una terapia local; afecta solamente las células cancerosas que se encuentran en las áreas bajo tratamiento. La radiación externa (proveniente de una máquina fuera del cuerpo) se apunta hacia los ganglios linfáticos del abdomen y se utiliza para los seminomas. En general se administra después de la cirugía. Ya que los tumores no seminomatosos son menos sensibles a la radiación, los hombres que tienen este tipo de cáncer, por lo general, no se someten a radioterapia. La radioterapia afecta tanto las células normales como las cancerosas. Los efectos secundarios de la radioterapia dependen principalmente de la dosis del tratamiento. Los efectos secundarios comunes son la fatiga, cambios en la piel donde se realiza el tratamiento, pérdida de apetito, náuseas y diarrea. La radioterapia interfiere con la producción de espermatozoides, pero la mayoría de los pacientes recuperan su fertilidad en un periodo de 1 a 2 años.
  • La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas. Cuando se administra quimioterapia a pacientes de cáncer de testículo, ordinariamente se da como terapia adyuvante (después de cirugía) para destruir células cancerosas que pueden haber quedado en el cuerpo. La quimioterapia puede también ser el tratamiento inicial si el cáncer está en un estadio avanzado; es decir, si se ha diseminado fuera del testículo al tiempo del diagnóstico. La mayoría de los fármacos contra el cáncer se administran por inyección en la vena (inyección intravenosa, IV).
    La quimioterapia es una terapia sistémica, lo cual quiere decir que los fármacos viajan por el torrente sanguíneo y afectan tanto las células normales como las cancerosas en todo el cuerpo. Los efectos secundarios dependen en gran parte de los fármacos específicos y de la dosis. Los efectos secundarios comunes son las náuseas, la pérdida de pelo, fatiga, diarrea, vómitos, fiebre, escalofríos, tos y falta de aliento, llagas en la boca o erupciones en la piel. Otros efectos secundarios son el mareo, entumecimiento, falta de reflejos o dificultad para oír. Algunos fármacos contra el cáncer interfieren con la producción de espermatozoides. Aunque la reducción de los recuentos de espermatozoides es permanente en algunos pacientes, muchos otros recuperan su fertilidad.
    Algunos hombres con cáncer de testículo recurrente o en un estadio avanzado pueden someterse a tratamiento con altas dosis de quimioterapia. Estas altas dosis de quimioterapia destruyen las células cancerosas, pero también pueden destruir la médula ósea, la cual crea y almacena las células sanguíneas. Dicho tratamiento solamente se puede realizar si el paciente también se somete a un trasplante de médula ósea. En un trasplante, las células madre de la médula ósea se extraen del paciente antes de que se administre la quimioterapia. Estas células se congelan temporalmente y después se descongelan y se regresan al cuerpo del paciente por medio de una aguja (como si fuera una transfusión de sangre) después de que se haya administrado la quimioterapia a altas dosis.
Los hombres con cáncer testicular deberán hablar con el médico acerca de sus preocupaciones sobre la función sexual y la fertilidad. Es importante saber que los hombres con cáncer de testículo con frecuencia tienen problemas de fertilidad aun antes de que se trate el cáncer. Si un hombre tiene problemas preexistentes de fertilidad o si va a tener un tratamiento que puede llevar a la infertilidad, tal vez querrá preguntar al médico sobre los bancos de semen (congelar el semen antes del tratamiento para usarlo en el futuro). Este procedimiento puede permitir que algunos hombres tengan hijos aun cuando el tratamiento cause pérdida de fertilidad. 
 ¿Es necesario un tratamiento de seguimiento? ¿Qué es lo que implica? Los exámenes regulares de seguimiento son muy importantes para los hombres que han recibido tratamiento de cáncer testicular. Como todos los cánceres, el cáncer testicular puede recurrir. Los hombres que han tenido cáncer de testículo deberán ver a su médico con regularidad y reportar de inmediato cualquier síntoma inusual. El seguimiento puede variar según los tipos y estadios (etapas) diferentes de cáncer de testículo. En general, los pacientes son examinados con frecuencia por el médico y se les realizan regularmente análisis de sangre para medir los niveles de los marcadores tumorales. También se les toman radiografías regulares y tomografías computarizadas, llamadas escanogramas o TAC (imágenes detalladas de áreas internas del cuerpo creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X). Los hombres que han tenido cáncer de testículo tienen una probabilidad mayor de desarrollar cáncer en el testículo que queda. Los pacientes que se someten a quimioterapia tienen también un riesgo mayor de ciertos tipos de leucemia, así como de otros tipos de cáncer. Un cuidado regular de seguimiento asegura que se discuta cualquier cambio en la salud y que los problemas se tratan tan pronto como sea posible.
¿Hay estudios clínicos (estudios de investigación) disponibles para hombres con cáncer testicular? Sí. La participación en los estudios clínicos es una opción de tratamiento importante para muchos hombres con cáncer de testículo. Para crear tratamientos nuevos, e identificar mejores formas de utilizar los tratamientos actuales, el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) está patrocinando estudios clínicos en muchos hospitales y centros oncológicos del país. Los estudios clínicos constituyen un paso crítico en el desarrollo de nuevos métodos de tratamiento. Antes de que se pueda recomendar un nuevo tratamiento para uso general, los médicos realizan estudios clínicos para saber si el tratamiento es seguro para los pacientes y si es efectivo contra la enfermedad.
Los pacientes interesados en participar en un estudio clínico deben hablar con su médico. Más información sobre los estudios clínicos está disponible al llamar al Servicio de Información sobre el Cáncer (CIS) del NCI (ver más abajo) al 1–800–4–CANCER y en el folleto del NCI llamado La participación en los estudios clínicos: lo que los pacientes de cáncer deben saber el cual se puede obtener en http://www.cancer.gov/publications, la página web del NCI para hacer pedidos de publicaciones. Este folleto explica cómo se realizan los estudios de investigación y los posibles beneficios y riesgos. Más información sobre los estudios clínicos está disponible en Internet en http://www.cancer.gov/clinicaltrials, sitio web del NCI. Este sitio ofrece información detallada sobre estudios específicos en curso porque está conectado con PDQ®, el banco de datos global de información sobre el cáncer. El CIS también tiene información de PDQ.