Alimentos que ayudan a combatir el cancer de piel

Consumir alimentos ricos en vitamina D ayuda a combatir el cancer de piel

Investigadores del Leeds Institute of Molecular Medicine en Reino Unido, han observado que en los pacientes con cáncer de piel que poseen niveles elevados de vitamina D, las lesiones provocadas por melanoma son más delgadas y revisten menos gravedad, por lo que presentan una menor tasa de recaída de la enfermedad.
Los investigadores llegaron a esta conclusión tras realizar un estudio, en el que participaron 872 personas que tenían melanoma, y en el que comprobaron la asociación entre sus niveles de vitamina D y la gravedad de sus lesiones y la probabilidad de sufrir alguna recaída.
La investigación demostró que el déficit de vitamina D está directamente relacionado con la aparición de enfermedades cardiacas, menor densidad ósea y mal estado de la salud general. 
La Dra. Julia A. Newton-Bishop, una de las autoras del estudio, explica que la escasez de vitamina D favorece el desarrollo de tumores propios del melanoma, que es el tipo de cáncer de piel más agresivo y con mayor tasa de mortalidad.
La mayoría de los cánceres de piel se dan en personas de piel blanca y edad avanzada, apareciendo en las partes del cuerpo más expuestas a la luz del sol como: cara, cuello, manos y brazos. También son más susceptibles a padecerlo las personas que tengan un sistema inmunitario debilitado.
Fuente: http://www.webconsultas.com/

Alimentos ricos en vitamina D

Leche, huevo, ostras, hígado, mariscos son algunos de los alimentos mas ricos en vitamina D pero debemos consumir demasiado, de manera que si quieres mejorar de el cancer o prevenirlo te recomiendo consumir un suplemento rico en vitamina D.

El tipo mas comun de cancer de piel


Carcinoma basocelular también llamado Epitelioma basocelular

Es el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano y está asociado a pieles muy dañadas por el sol, a pieles muy blancas que no se broncean pero sí se enrojecen/queman y descaman. Muchos pacientes tienen además cabellos rubios y ojos de tonalidades claras. Más del 70% de estos tumores se asientan en la cara, orejas y cuello, aunque también pueden ubicarse en el tronco y los miembros.

Aparece como pequeñas sobreelevaciones color piel normal, rosadas o más oscuras, de 3 a 5 mm de diámetro o mayores, de superficie brillante y aspecto perlado; como pequeñas heridas cubiertas por costras de sangre que no cicatrizan; como úlceras que crecen muy lentamente, no molestan mayormente al paciente y sangran cuando se las toca o frota (por ejemplo, durante el afeitado).
Los epiteliomas o carcinomas basocelulares crecen muy lentamente (pueden tardar meses o años para hacerse notables a la vista) y metastatizan (alojarse en otros órganos) excepcionalmente, pero pueden invadir los tejidos profundos circundantes causando destrucción de cuanto se les antepone. Es por ello que es muy importante extirpar estos tumores en forma completa en el primer intento terapéutico.

Que tratamientos existen para curar el cancer de piel

Tratamientos para cáncer de piel
El tratamiento del cáncer de piel varía de acuerdo con el tipo de tumor (Ej: carcinoma basocelular o melanoma maligno), su tamaño y localización, según sea un tumor nuevo o recurrente luego de un tratamiento previo fracasado, según la edad, sexo y el estado de salud del paciente.
Hay factores económicos que deben considerarse. También deben respetarse, dentro de lo posible, las preferencias de los pacientes respecto a las opciones terapéuticas válidas para cada caso.

El objetivo consiste en extirpar o destruir completamente el cáncer de piel con el primer tratamiento, causando el menor daño posible a los tejidos sanos adyacentes.
El tratamiento de elección para la mayoría de los cánceres de piel es quirúrgico.

Los procedimientos más comúnmente usados son:

Curetaje y electrodesecación


 Es el método más simple para extirpar tumores de piel. El cáncer es ‘raspado’ repetidamente mediante un instrumento con forma de cuchara o anillo con borde afilado. Luego se usa una aguja eléctrica que coagula el tejido para destruir las restantes células cancerosas y controlar la pérdida de sangre.
Este es el tratamiento más común para el carcinoma basocelular. Es más económico y rápido que la extirpación quirúrgica, pero deja una cicatriz más visible. El porcentaje de curaciones es ligeramente inferior a los métodos quirúrgicos con control microscópico.

Extirpación quirúrgica total o radical

 Este método extirpa la formación tumoral con un margen adecuado de piel sana. Este tejido sano que se sacrifica contribuye a asegurar que se han eliminado todas las células cancerosas. Según su tamaño y localización, la herida resultante se sutura o se cubre mediante un injerto o un colgajo.

Criocirugía: 


El nitrógeno líquido destruye las células pre-cancerosas o malignas por un proceso de congelamiento. La Criocirugía se emplea principalmente para las Queratosis actínicas precancerosas. Su uso para el cáncer de piel requiere una gran experiencia y tiene la limitación que no se puede controlar la presencia o ausencia de tumor remanente luego del tratamiento.

Radioterapia

En el cáncer de piel de difícil tratamiento quirúrgico, las radiaciones pueden usarse para destruir los tumores. Por lo general se indica en pacientes mayores con complicaciones que imposibilitan o dificultan a la cirugía convencional (alteraciones de la coagulación, intolerancia a la anestesia, etc). Puede indicarse también para disminuir el tamaño de un tumor antes de su extirpación o como tratamiento complementario luego del acto quirúrgico.

Cirugía de Mohs

En este procedimiento se “afeita” el tumor como quien realiza cortes de fetas de tejido tumoral paralelas a la superficie de la piel. A medida que se retiran las capas, se analizan microscópicamente. Se continúa sacando tejido capa por capa hasta que no aparezcan células anormales. De esta forma, se sacrifica menos tejido sano y se garantiza la eliminación completa del tumor.
La cirugía de Mohs se usa habitualmente para tumores basocelulares y espinocelulares recurrentes o para aquellos ubicados en áreas tales como la nariz, las orejas o alrededor de los ojos.

Cirugía láser


Un delgado rayo de luz intensa extirpa o vaporiza las formaciones tumorales. Por su precisión, el Láser destruye poco tejido sano. La cirugía Láser tiene indicaciones precisas en dermatología: su uso para el tratamiento del cáncer de piel ofrece algunas ventajas sobre otros tratamientos (menor sangrado) pero no garantiza mayor eficacia terapéutica.
Es un método experimental, excepto cuando se usa el Láser como un bisturí, con lo que se obtienen resultados similares a la extirpación quirúrgica clásica.

Inmunoterapia

Diversas investigaciones han comprobado que la inmunoterapia puede resultar útil en el tratamiento del cáncer de piel, especialmente en el caso del melanoma maligno. Su uso está reservado al especialista en oncodermatología y para casos seleccionados, casi todos ellos de melanoma maligno.
El uso de Interferón en altas dosis ha sido aprobado por la FDA de EEUU para casos de melanoma maligno de alto riesgo de metástasis o con metástasis ganglionares comprobadas. Su eficacia ha sido discutida en trabajos recientes.
Las vacunas contra el melanoma son experimentales y se administran bajo estrictos protocolos de investigación.

Segundo tipo mas comun de cancer de piel

Carcinoma espinocelular también llamado Epitelioma espinocelular

El segundo en frecuencia entre los tumores malignos de la piel. También se ve más frecuentemente en pieles blancas que no broncean pero siempre enrojecen, con pecas y daño solar. Se asienta en la cara, el borde de las orejas, el cuero cabelludo y los labios, particularmente el labio inferior, más expuesto al sol.
Puede crecer en la boca y la región genital y perianal, donde adquiere mayor agresividad. A diferencia del carcinoma basocelular, este tumor puede dar metástasis en los ganglios de la región afectada y en otros órganos, a veces comprometiendo la vida del paciente.

Forma abultamientos sólidos y redondeados en la piel, de tamaño variable (a menudo de 1cm ó más), de color rojizo o piel normal, con escamas o costras adherentes, levemente dolorosos cuando se los toca o frota. Si la superficie se lastima, sangra con facilidad y no tiene tendencia a curarse espontáneamente. Crece lentamente, puede alcanzar gran tamaño y ulcerarse, destruyendo los tejidos circundantes.